Poder elegir el sexo del futuro bebé es desde tiempos remotos uno de los mayores deseos del hombre. Mientras los antiguos griegos se recostaban durante el acto sexual sobre el costado derecho para concebir un varón, los franceses del siglo XVIII se ataban el testículo izquierdo con el mismo propósito. Hoy tenemos la certeza, que no existe un método infalible que pueda servirnos para elegir a priori el sexo de nuestros hijos.
El sexo del futuro bebé es determinado en el momento de la concepción a través de la unión de los gomosomas (cromosomas sexuales) de los padres. Los gomosomas están clasificados en cromosomas X e Y. De la combinación de cromosomas XX nacerá una niña, de la combinación XY un niño.
Mientras los óvulos están siempre constituidos por un cromosoma X, los espermatozoides pueden llevar en su cabeza uno de los dos cromosomas, el X o el Y. Por esto, se sabe que es el cromosoma que lleva el espermatozoide que consolida la concepción, el que finalmente va a determinar el sexo del futuro bebé.
Aunque aún no existen resultados científicos seguros ni se pueda garantizar que sea posible planear el sexo del bebé, hay varias hipótesis que sugieren que siguiendo determinadas pautas, sería posible influenciar el sexo del futuro bebé.
El Dr. Landrum B.Shettles (1909 –2003), biólogo americano y uno de los pioneros de la fertilización in vitro, describe en su publicación „How to Choose the Sex of Your Baby“ (Doubleday & Co, 1997) las características de dos tipos de espermatozoides:
El espermatozoide que contiene un cromosoma X en su cabeza (cromosoma femenino) es un espermatozoide más grande y más resistente, pero que se mueve con más lentitud.
El espermatozoide que contiene un cromosoma Y en su cabeza (cromosoma masculino) es más pequeño y débil, pero por contrapartida se mueve a mayor velocidad.
Si se conoce el día exacto de la ovulación, sería posible, según Dr. Shettles, planear el momento del acto sexual con objeto de concebir un niño o una niña:
Si se quiere concebir una niña, se debe de tener relaciones entre 5 y 3 días antes de la ovulación, ya que los espermatozoides con el cromosoma femenino X sobreviven durante más tiempo. Otro factor que podría potenciar las posibilidades de concebir una niña es tener a menudo relaciones sexuales en los días que proceden y durante la ovulación, ya que el cuerpo del hombre tendría que producir más espermatozoides y debido a que, por naturaleza, el hombre tiende a generar más rápido espermatozoides femeninos que masculinos, las posibilidades de concebir una niña aumentarían.
Si se desea concebir un niño, el día óptimo para tener relaciones sería entonces el mismo día de la ovulación (o un poco antes o después), ya que que los espermatozoides masculinos alcanzarían con más rapidez el óvulo que los femeninos. Para que las posibilidades de concebir un niño sean mayores, recomienda el Dr. Shettles, no tener relaciones unos días antes del día del acto sexual (en este caso el día de la ovulación), con el fin de elevar el número de espermatozoides masculinos en el esperma del hombre.
Otros factores que pueden influir en el sexo del bebé
Varios estudios han comprobado que el PH de la flora vaginal juega un papel importante a la hora de concebir un niño o una niña. Cuanto más ácido es el PH, mayores son las posibilidades de concebir una niña. Esto es debido a que los los espermatozoides masculinos(cromosoma Y) no resisten mucho tiempo en un ambiente ácido y mueren con rapidez.. Los espermatozoides femeninos (cromosoma X) sobreviven con más facilidad en un ambiente ácido, y como consecuencia son éstos los que consiguen llegar al óvulo y fecundarlo.
La posición durante el acto sexual parece jugar un papel también importante a la hora de consolidar el sexo del bebé: Una postura que posibilite una penetración más profunda, favorece la concepción de un niño, ya que la distancia a recorrer por los espermatozoides es menor, y los espermatozoides masculinos al ser más rápidos, alcanzan más pronto la meta. El Dr. Shettles recomienda la posición del misionero (la mujer acostada y el hombre encima de ésta) si se quiere concebir una niña. Si el objetivo es concebir un niño, recomienda que el hombre se sitúe detrás de la mujer.
Tomar un baño de agua caliente poco antes del acto desfavorece la calidad espermática en general, pero sobretodo disminuye el número de espermatozoides masculinos vivos en el eyaculado. Los espermatozoides femeninos resisten mejor las altas temperaturas, por eso las posibilidades de concebir una niña teniendo relaciones tras un baño caliente son mayores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario