martes, 24 de junio de 2014

Me llamo Rocío, y acabo de superar un cáncer.

Hoy me gustaría compartir un extracto de la ponencia realizada en un Hospital Madrileño por parte de una gran amiga con la cual tuve el placer de celebrar hace pocos días su victoria.

Creo que Rocio con sus palabras define perfectamente el sentimiento que tanto familiares como afectados de primera mano sentimos a lo largo del duro proceso de dicha enfermedad. 
Gracias Rocio, enhorabuena por todo lo conseguido y sigue con esa sonrisa que siempre tienes desde que te conozco.


Me llena de orgullo poder decir estas palabras: YO LUCHE Y GANÉ.

Cuando me detectaron esta enfermedad, el dolor y vacío que se siente es tan intenso que te bloquea TODO, desde los sentimientos, el alma, el cuerpo... en definitiva la vida.

Crees que estas cosas solo les pasan a los demás, en las películas, en las series de TV... en definitiva a otras personas... y aunque las lágrimas se caen, nunca empátizas, porque no eres tú el que está andado por ese camino. Puedes durante unos momentos reflexionar... pero sigues con tu vida adelante.

Te haces mil preguntas,  para mi las más importantes fueron:


- ¿por que yo ?
- ¿por que a mi?
-¿que he hecho yo?
-¿que va a ser de mi?

Dichas preguntas te torturan durante todo el proceso, quizás en algún momento de mi vida me las seguiré haciendo... pero se cual es la respuesta: SIMPLEMENTE NO HAY RESPUESTAS.

No se puede tampoco buscar culpables, ni encontrar a alguien o algo con quien verter tanta rabia para poder sentirte mejor. Es demasiada energía a consumir, cuando se necesita tanto para poder soportar el tratamiento.



Lo que mas me dolía eran las lágrimas contenidas de mi familia, de mis amigos, de mis compañeros, que están más asustados y con mas miedo que uno mismo. Cada abrazo era un salvavidas, y sientes que si tu caes, todo se derrumba.

Cuando conocí a los voluntarios de la Asociación del Cancer, lo que mas aprecie fue que miraran a los ojos y me tratasen como persona, no como enferma o como paciente, ya que mucho de lo que te rodea no puede ya ni mirarte sin sentir pena o lástima, no saben que decirte, cosa que también el lógica, y te das cuenta que empiezas a formar parte de lo "que no les sucede a los demás"

Estos voluntarios, con cada visita, con cada conversación te están regalando lo más preciado para una persona: SU TIEMPO

Tiempo dedicado a otras personas que ni siquiera conocen, que te tienden una mano, un apoyo, un abanico de posibilidades de como afrontar la enfermedad y resolver dudas de lo que te va a ir  sucediendo durante todo el proceso.

Yo estuve varias veces por tirar la toalla, no quería sufrir más, ni ver el deterioro físico que me estaba produciendo todo. 

ERA DEMASIADO DOLOR! 

Pero una fuerza interior tiraba de mi, porque se negaba a abandonar, dejarse vencer, seguir viendo a los mios sufrir y llorar a mis espaldas

Así que decidí hacerle frente y llegar hasta el final. Un día me pinte los labios de rojo y decidí que esta seria mi pintura de guerra. Tenia todo  a favor! y nada que perder por luchar.

Cambiar el transcurso y el rumbo de mi vida.

El cáncer me ha enseñado la realidad de todo, de que es lo importante y de lo que NO. Lo que antes era un mundo, ya ni lo aprecias. Tu visión cambia, y nada a vuelve a ser como antes, porque ahora simplemente VA A SER MUCHO MEJOR.

Quien me iba a decir a mi, que durante mi tratamiento de quimioterapia, tan largo y pesado, iba a poder reírme tanto y haber conocido a otras mujeres tan fuertes y luchadoras que le están poniendo cara al Cancer, para mi son TODO UN EJEMPLO.

A pesar de todo lo que perdido en el camino, me siento afortunada. Habré llorado mucho, sufrido lo indecible, aparcar tantas y tantas cosas, y dejar otras atrás... pero realmente me niego a hacer de mi vida el cáncer, ni ser, ni será protagonista de esta nueva etapa de mi vida.

Sigo convaleciente, pero físicamente, no moralmente.


No me considero una heroína, ni mucho menos una víctima. Simplemente una guerrera que puse por bandera, mil pañuelos de mil colores y mi mejor arma: mi mejor sonrisa.

Mirarme al espejo y sentir que a pesar de todo se puede estar bonita, y llevar la enfermedad con la mayor dignidad posible. Que si me miraran fuera por admiración, pero nunca jamás por pena.


Gracias la Asociación del Cancer, a sus voluntarios, a vuestro apoyo, a involucraros con personas que como yo no conocéis, por dar lo mejor de vosotros mismos empatizando con nuestra lucha, por vuestras sonrisas, por vuestras conversaciones, por todos esos caramelos llenos de azúcar, por tendernos una mano... GRACIAS Y GRACIAS,! 

Personalmente me reconfortó mucho conoceros y ver la gran labor que realizáis día a día con cada persona (ojo que no paciente) en este Hospital, por hacernos evadir por un momento la realidad.

No quisiera terminar sin dar también las gracias al equipo médico y humano que me ha ido atendiendo desde el momento uno, porque gracias a todos vosotros y a un sistema de Sanidad Publica que siempre hay que defender: 

YO HOY ESTOY AQUÍ.