jueves, 22 de enero de 2015

Formulando cosmética, cocinando ilusiones.


La formulación es uno de los aspectos más agradables para los apasionados de la COSMÉTICA. Conseguir elaborar un buen producto es toda una AVENTURA.



Se trata de unir la ciencia que hemos aprendido, (ya sea en carreras universitarias, cursos, o de forma autodidacta) con las inspiraciones creativas. Es la forma de diferenciación de nuestra marca particular.

A través de los siguientes 6 pasos voy a tratar de adentraros en el mundo de la formulación para que los tengáis presentes cuando elaboréis vuestros propios productos cosméticos.

1 - Define tu producto.



Antes de empezar, tienes que pensar en lo que vas a hacer. Averiguar cuales son las funciones o propiedades que quieres lograr en tu producto.

¿Es un producto de limpieza, una crema hidratante, protector solar, o tal vez una combinación de todo ello? Piensa también en las características organolépticas como color, olor, espesor, textura, etc. Escribe estos parámetros para saber si el resultado ha sido satisfactorio.

2 - Encuentra una fórmula de partida.

Tienes que encontrar una buena fórmula base. Puedes consultar libros de ciencia cosmética, repasar algún curso, preguntar en foros, etc. También puedes visitar asiduamente esta fanpage de AventuraCosmetica en donde se ha publicado este artículo.


Recuerda que las fórmulas base no están destinadas a ser el producto final, sino que deberás añadir productos o principios activos según tu criterio y las propiedades que quieras conseguir con ellos.

3 - Preparar la elaboración.

Una vez que has conseguido tu fórmula de partida, debes determinar la cantidad que desea hacer y crear una hoja de cálculo que enumera qué cantidad necesitamos de cada ingrediente.




Deberás preparar minuciosamente el instrumental que vayas a necesitar, como por ejemplo: balanza, vaso de precipitado, varillas, espátulas, batidora, probetas, etc.



A continuación deberías saber que especificaciones o características vas a medir o valorar una vez hayas elaborado tu cosmético (color, pH, olor, color).

Prepara las medidas de seguridad necesarias: guantes, mascarilla, gafas protectoras, etc.

4 - Elaboración de un lote.

Hacer un producto cosmético es tan sencillo como cocinar, incluso más. 
Debes pesar o medir los ingredientes, mezclarlos entre sí según lo dictado en el procedimiento. Durante todo el proceso deberás estar escribiendo notas detalladas y observaciones en un cuaderno, esto te será muy útil cuando necesites hacer mejoras o para realizar nuevos lotes con iguales si el resultado obtenido es de tu agrado.
Es complicado realizar un lote perfecto en un primer intento, la perfección se logra con la práctica y añadiendo mejoras poco a poco.

5 - Pon a prueba tu lote.

Una vez que hayas terminado tu fórmula, tendrás que probarlo para evaluar los resultados. Puedes dejar que la muestra alcance la temperatura ambiente, y tomar medidas apropiadas como pH
y la viscosidad para ver si está dentro de las especificaciones pautadas.



Es aconsejable probar el producto en sí mismo y si la fórmula te resulta satisfactoria, deberías hacer una prueba de estabilidad y probar con otras personas de tu entorno. En el caso de querer comercializarla deberás cumplir todos los requisitos del Reglamento Europeo: 


Si a ti no te resulta agradable utilizar el producto que has hecho, ¿por qué a otras personas sí?

6 - Revisar la formula y repetir de nuevo.

En el caso de que hayas probado el producto y pienses que no está a la altura, necesitas realizar los ajustes necesarios hasta dar con la solución.

Es fundamental conocer las propiedades y características de los ingredientes que utilizas para ir mejorando dicha formulación según necesidades.

Después de una docena de revisiones, ya deberías tener una fórmula que satisfaga tus necesidades. Aunque la podremos ir cambiando y mejorando si lo consideramos necesario o para personalizar dicha formula a un grupo de población o persona en concreto.

La formulación cosmética es tanto un arte como una ciencia. A medida que adquieras experiencia, podrás encontrar los ingredientes que más te gusten para trabajar con más con ellos y evitar otros. Esto te va a destacar y diferenciar, desarrollando tu propio estilo elaborando productos y fórmulas que son genuinos y originales; cosmética de autor.



Os animo a ir siguiendo un patrón como el que os he explicado para vuestras próximas elaboraciones.

!Buena suerte en tu carrera como formulador de cosmética!

lunes, 19 de enero de 2015

PARACELSO, el médico alquimista.

Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, también Theophrastus Bombast von Hohenheim, conocido como Paracelso o Teofrasto Paracelso.  


Nació en 1493 en Einsiedeln, Suiza; su padre era médico. Su padre le enseñó las primeras letras y , desde niño acompañó a su padre en las visitas a enfermos. A los 6 años de edad murió su madre. Tenía 8 años cuando se trasladaron a los Alpes austríacos, a Villach, junto a una abadía de los benedictinos. Allí conoció las minas y los hornos y el arte de separación de elementos químicos. Recibió su primera educación de los monjes del monasterio. Primero estudió las artes liberales, probablemente en Viena, para luego ser médico, y, con ese fin, se fue a Ferrara, en Italia. Allí al parecer se tituló de doctor, y siguiendo la costumbre de la época, latinizó su nombre y eligió el de Paracelsus que en latín significa “superior a Celso” haciendo referencia a un médico romano del siglo I de nuestra era.

Creía en el concepto griego de los 4 elementos (agua, tierra, aire y fuego).


Como médico hizo grandes contribuciones a la disciplina siendo el primero en utilizar químicos y minerales, por ejemplo, a Paracelso debemos el Láudano que era utilizado en aquel entonces para reducir los dolores; además combinaba todos estos conocimientos con su visión hermética del mundo: mencionaba que el bienestar emocional redundaba en el bienestar físico, esta idea no es desconocida en el siglo XXI pero en pleno siglo XVI resultaba una completa locura hablar en estos términos, así que podemos afirmar que Paracelso fue todo un visionario que se adelantó por mucho a su tiempo.

Desde muy temprano fue un incansable viajero, visitando una gran variedad de países entre Escandinavia y el Oriente Medio. Se sabe que alrededor de 1522 estaba ejerciendo la cirugía. Aunque en esta época, salvo excepciones, las dos profesiones estaban separadas, Paracelso estaba en contra de la idea que tenían entonces muchos médicos de que la actividad manual debía estar relegada a los estratos inferiores.

Más tarde trató de establecerse como médico en Salzburgo, lo que le causó muchos problemas por su actitud contra la medicina profesional. No obstante, su fama le reportó una amplia clientela y bastantes discípulos. Pronto chocó con colegas, amigos, estudiantes, pacientes y demás.

Publicó un manifiesto en el que expresaba su disconformidad con la medicina hipocrática y galénica.

Siguió dando clases basándose en su experiencia y junto a la cama de los enfermos.

Paracelso consideró al universo como una gran farmacia y a Dios como el "boticario supremo". En su obra, toda realidad natural se convierte en fármaco siempre que el médico, mediante la observación y la alquimia, sepa descubrir los diversos modos de su acción sobre el organismo. Así, el hombre, entre Dios y la naturaleza, debe erigirse en un explorador y administrador de tales tesoros curativos. Paracelso trasciende, por tanto, la vieja idea de que el médico es un "servidor de la naturaleza". No es raro que no tuviera problemas en utilizar medicamentos químicos o de origen mineral frente a los cuales los clásicos y los médicos de su época fueron tan cautos. Para él enfermedad y remedio "se atraían"y el médico debía hacer lo posible para encontrarlo en la naturaleza.


Paracelso, al considerar que el origen de la enfermedad era químico, buscó en la alquimia los medios para combatirla. Nació así el concepto de Arcano: ente inmortal existente en todo lo que cura, es decir algo inmaterial que tiene en sí poder de generar, transformar, cambiar y renovar los cuerpos, produciendo o protegiéndolos de la enfermedad y así influyendo directamente sobre la vida. Para Paracelso el mundo estaba lleno de arcanos que Dios, Sumo Boticario, había creado y puesto en él, para que el hombre los buscara y los estudiara hasta ser capaz de conocerlos y aplicarlos.

Todo es veneno, nada es sin veneno. Sólo la dosis hace el veneno.

Según dicha observación, todas las sustancias son tóxicas a dosis altas, como el agua, el oxígeno y las vitaminas. Los venenos son sustancias nocivas a dosis o concentraciones muy bajas.


La diferencia entre un veneno y un fármaco es la dosis administrada o acumulada en el cuerpo, pero generalmente un veneno es mortal a una determinada dosis y sin ninguna función terapéutica.

Paracelso trató químicamente drogas y minerales, e incluso modificó los medicamentos ya conocidos desde la antigüedad, y así extrajo sus quintaesencias, con las que preparó extractos y tinturas, base de todos sus medicamentos.

Los logros más destacados de su actividad alquímica fueron:

  •       Fue el primero que obtuvo el láudano a partir del opio, y así lo llamó.
  •       Empleó el alcohol para obtener las quintaesencias.
  •       Usó muchísimo el mercurio, bien como metal, bien como sal.
  •       Usó el sulfato básico de Hg., después llamado "Turbit Mineral", contra la sífilis, en lugar de usar el guayaco, como prescribían los demás médicos. Obtuvo el sublimado corrosivo de Hg. y el calomel: cloruro de mercurio.
  •       Obtuvo y usó el antimonio y al oxícloruro de antimonio le llamó "mercurius vitea".
  •       Mencionó el Zinc, al que llamó el metal bastardo. También conoció el uso del plomo, del arsénico, del hierro, del cobre, del cobalto y del bismuto.
  •       Inventó preparados como el "elixir de la propiedad", el "específico anodino" y el "espíritu vitrioli antiepilectidis" o Licor de Hoffman que junto al láudano han pasado a la posteridad.

Toda esta oposición frontal de sus colegas no pudo con él, que apoyado por los ciudadanos de Basilea siguió impartiendo sus clases en alemán y admitiendo en ellas a quien quería. Hasta que en 1528 curó a un clérigo aquejado de gota, y cuando quiso cobrar sus honorarios, éste se negó a pagárselos. Paracelso recurrió a los Tribunales reclamando la deuda, pero perdió el pleito. Entonces, sintiéndose injustamente tratado por la Ley, se enfrentó a los jueces, empleando contra ellos un lenguaje un tanto grosero. Esta vez fueron las autoridades judiciales las que se pusieron en su contra.

Para evitar ir a prisión, huyó de Basilea, estableciéndose en Nuremberg, Baratzhausen y San GaIl En estos lugares ejerció la medicina sencillamente, siguió dictando sus clases en posadas o en tabernas, donde las escuchan gentes de todas clases sociales, a la vez que escribió sus obras. Y bebió mucho.

También combatió a los farmacéuticos, a los que dijo que si a él le trataban como a un enemigo era porque no llenaba sus bolsas, al no prescribir nunca a sus enfermos sus carísimas preparaciones. Les acusó de fraude, al sustituir en sus preparaciones los componentes mas caros por otros mas baratos, pero cobrando siempre los mas caros y pidió continuamente inspecciones efectivas de las boticas.

En la última etapa de su vida se hizo predicador laico y viajó por el Tirol, Baviera y Bohemia, falleciendo en 1541 en el hospital de Salzburgo, debido a un cáncer de hígado.

jueves, 1 de enero de 2015

Enfermedades crónicas en Navidad: trucos para tenerlas bajo control


El estrés, los excesos que se cometen con la comida y la bebida y el olvido de la medicación, típicos todos ellos de la época de Navidad, hacen aumentar de manera notable el riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Las personas con enfermedades crónicas de base, con mayor peligro, deben seguir manteniendo buenos hábitos para evitarlo. Este artículo cuenta qué personas deben tener más cuidado con los excesos habituales que se cometen durante las fiestas navideñas y señala algunos trucos para mantener las enfermedades crónicas bajo control

Uno de cada seis españoles mayores de 15 años sufre una enfermedad crónica, lo que es mucho más frecuente entre las mujeres, según datos de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) presentados en su último congreso nacional, celebrado en noviembre de 2013 en Málaga. Durante las Navidades, etapa propicia para el descontrol, muchos de estos pacientes tienden a saltarse las medidas necesarias para mantener a raya condiciones crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial o el colesterol elevado, todas ellas importantes factores de riesgo cardiovascular.

En diciembre aumentan los infartos

Extremar las medidas de prevención secundaria, con hábitos saludables para evitar las complicaciones y el empeoramiento de la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia, es indispensable para prevenir el infarto de miocardio. En años anteriores, por estas fechas, la federación española del corazón (FEC) ya advirtió de que, día de Navidad, es el momento del año en el que se registran más muertes por infartos cardiacos, seguido por el 26 de diciembre y el 1 de enero. Y es que, en diciembre, el número de ataques sube un 8% respecto a noviembre, según un estudio realizado por cardiólogos de la universidad de Duke, en Carolina del Norte (EE.UU.), que analizó más de 128.000 muertes por fallo cardiaco. 


Entre las causas que favorecen un mayor número de infartos durante las Navidades, y alrededor de estas fechas, figuran el estrés que genera la organización y la celebración de estas fiestas que, a menudo, hay que compaginar con el trabajo y el cuidado de los hijos menores que disfrutan de vacaciones escolares; las discusiones familiares; los excesos que se cometen con la comida y la bebida; y la falta de adherencia a los tratamientos. La rutina se rompe y puede causar un daño irreparable para el corazón y a otras partes del organismo. Pero, ¿cómo evitarlo? 

Cuidar la alimentación en Navidad: menos sal y azúcar y más moderación 

Los primeros consejos que se deben dar se refieren a la alimentación y consisten en no modificar las normas de una dieta sana. "Como norma general, pero sobre todo para los pacientes con hipertensión, no se debe abusar de la sal, lo que sucede en estas fechas porque se come más marisco y pescado y, por lo tanto, la proporción aumenta en las comidas", expone Leandro Plaza, presidente de la FEC. 

"Otro grupo de población que debe llevar especial cuidado es el de las personas que sufren diabetes, puesto que en Navidad se comen más dulces. Esto no significa que no puedan comer alguno con cuidado, pero sin exagerar, porque resulta nocivo para la salud de estos pacientes", añade Plaza. 

No obstante, para no amargarse las Navidades, hay disponibles opciones para las personas con diabetes que desean consumir algún dulce. "La industria ha sabido adaptarse a las circunstancias y fabricar turrones y dulces para ellos. Ahora, en el supermercado, se puede elegir el más adecuado para su salud. Todos los fabricantes del sector alimentario están obligados, por norma, a detallar la cantidad de grasas, calorías y azúcares de los alimentos. Así los pacientes pueden estar mejor informados y escoger productos elaborados con edulcorantes, en vez de con glucosa", señala Plaza.

Los niveles de colesterol en sangre también pueden sufrir modificaciones y elevarse en Navidad más de lo recomendado (200 ml en sangre como máximo). No obstante, esta alteración no tiene una trascendencia tan inmediata sobre la salud como un incremento momentáneo de la presión arterial, que sí puede provocar un ictus

El peligro de consumir más grasas saturadas que elevan el colesterol radica en el riesgo de romper los buenos hábitos a partir de estas fechas y persistir con esta mala inercia todo el año. Si bien el objetivo de las Navidades no debe ser prohibir, sino disfrutar de las cenas familiares, de amigos y de empresa, hay que evitar las comidas copiosas "y comer demasiado. No hay que acabárselo todo, ni dejar el plato limpio para satisfacer a los anfitriones", dice Plaza.

 


Cuidado con los cambios bruscos de temperatura

En una noche de frío invernal, entrar y salir de un domicilio donde se esté caliente para acudir a una cena navideña, soportando cambios bruscos de temperatura, es también otro factor que puede resultar fatal para el corazón. 

La razón estriba en que las bajas temperaturas y, sobre todo, las variaciones rápidas afectan a las arterias coronarias ya obstruidas, que se comprimen aún más y que pueden cerrarse por completo, lo que impide la correcta circulación de la sangre y aumenta el riesgo de infarto, según la FEC.

No olvidar la medicación

Otro punto indispensable para no sufrir un problema de salud grave durante las Navidades es tomarse la medicación, como haya indicado el médico. Esta medida sirve tanto para las personas que padecen cardiopatías como para cualquier enfermo con una patología crónica. 

Una recomendación para compensar los olvidos de la medicación es que "multiplique su pastillero, es decir, se aconseja disponer de varios pastilleros con la medicación necesaria en tantos lugares como sea posible: la chaqueta, el coche, la vivienda habitual o la segunda residencia. Esta es la medida idónea. Lo mismo podría hacer una persona asmática con el inhalador que utiliza para las crisis. De esta forma, los pacientes están más tranquilos porque no tienen que viajar pendientes de la medicación", comenta Leandro Plaza. 

Las personas con cardiopatías deben ser especialmente cuidadosas con la medicación estos días, sobre todo "si uno se pasa con la comida y traspasa los límites de lo razonable. Razón de más para llevar cuidado con la medicación", informa el presidente de la FEC.